El damasco en la cosmética natural
Además de ser una deliciosa fruta, el damasco aporta grandes beneficios a nuestro cabello y piel, ya sea grasa, mixta, seca o sensible, por lo que es un producto ideal para utilizar en cosmética natural, donde lo encontramos, principalmente, en formato de aceite. Este es de rápida absorción, no deja residuos grasos y es rico en vitaminas A, B, C y E.
¿Cómo se extrae?
El aceite de damasco se extrae a través del ablandamiento de las cáscaras de sus semillas. Esto se hace remojando los granos en agua durante 10 a 20 minutos, para luego pasarlos por el proceso de prensado en frío, lo que preserva la calidad del aceite y lo protege del calor.
¿Y qué es el prensado en frío? Colocar los granos o el polvo de granos entre dos placas de metal giratorias. Estas aplican presión sobre los granos o el polvo hasta que se rompan y liberen sus aceites.
Usos del aceite de damasco
Dadas sus propiedades, este tipo de aceite se puede usar en cualquier tipo de piel, especialmente en pieles sensibles, arrugadas o con tendencia a la resequedad, por lo que es apto para usarse en distintos productos cosméticos, sobretodo en la cosmética natural.
Algunos de sus usos más comunes son en:
- Cremas faciales o corporales
- Mascarillas de todo tipo
- Aceites para masajes
- Shampoos y acondicionadores
- Productos para el cuidado de bebés
Beneficios
Es un potente agente reparador, sus propiedades estructurantes mejoran la elasticidad de las paredes celulares de la piel, permitiendo así que recobre su suavidad y tonificando la epidermis. Además, reduce y elimina eczemas de la piel.
Por otra parte, su alto contenido de vitamina A, hidrata y le da brillo a la piel, atenuando la apariencia de manchas y cicatrices. Y al ser un agente antioxidante, por sus compuestos de carotenoides y vitamina E, ayuda a combatir el envejecimiento cutáneo.
En cuanto a su uso en productos para el cabello, también tiene múltiples beneficios, como la hidratación, estimulación de su crecimiento y prevención del la pérdida de humedad gracias al ácido linoleico, lo que ayuda a mantener la barrera de hidratación entre el cabello y cuero cabelludo.